El cerebro de un músico ha sido considerado como uno de los mejores modelos para el estudio de la adaptación estructural y plasticidad cerebral debido a los requerimientos y desafíos que la música ofrece. Este modelo "musical" permite estudiar diversos procesos como el aprendizaje y la adquisición de habilidades motoras y como estos "modifican" la organización estructural y las conexiones cerebrales a modo de adaptación ante la demanda musical.
Los músicos presentan algunas habilidades únicas, como la capacidad de memorizar secuencias largas y complejas, capacidad para traducir símbolos musicales en secuencias motoras y la capacidad para percibir e identificar los tonos absolutamente en presencia o ausencia de un tono de referencia, estás habilidades son aprendidas durante periodos críticos del desarrollo cerebral y en algunos casos reflejan habilidades innatas favorecidas por la exposición temprana a la música. Muchos estudios han intentado determinar aquellas estructuras involucradas en estas habilidades y las diferencias entre un cerebro musical y un no musical, aquí algunas de ellas:
1.-Cuerpo calloso. Involucrado en comunicación hemisférica, movimiento y coordinación motora e información sensoriomotriz. La región anterior es más grande en el cerebro de los músicos, es decir, hay un mayor número de fibras (axones de neuronas) conectando ambos hemisferios permitiendo un mejor desempeño en la ejecución de secuencias motoras complejas.
2.-Corteza motora. Habilidades motoras. Es de mayor tamaño y menos asimétrica en el cerebro de los músicos; se ha reportado que existe mayor actividad en la zona que "controla" los dedos.
3.-Cerebelo. Habilidades motoras finas, coordinación de movimientos, sincronización de movimientos secuenciales. Es más grande en los músicos principalmente en los hombres, esto indica la adaptación ante la práctica continua de secuencias complejas.
4.-Plano temporal. Es un marcador estructural del hemisferio dominante (determina si la persona es diestra o zurda), participa en el procesamiento auditivo y la percepción de estímulos musicales. Los músicos presentan una mayor asimetría en el plano temporal izquierdo, principalmente en el lóbulo temporal superior relacionado con la percepción de fonemas y tonos.
Estas solo son algunas de las estructuras estudiadas y reportadas pues se sabe que una actividad compleja como la ejecución musical tiene gran demanda sobre el cerebro y por lo tanto se requiere de muchas otras estructuras. Además, al hablar de plasticidad y adaptación cerebral se sabe que estos cambios son generalizados por lo que podemos hablar de un cambio global en el cerebro de los músicos.
Fuente: GOTTFRIED SCHLAUG, The Brain of Musicians: A Model for Functional and Structural Adaptation. Department of Neurology, Beth Israel Deaconess Medical Center and Harvard Medical School, Boston, Massachusetts
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