domingo, 8 de febrero de 2015

Los secretos del canto

FUENTE:http://www.lanacion.com.ar/427411-los-secretos-del-canto

Por Antonio M. Battro
El canto de las aves siempre ha inspirado a los hombres, no sólo a los artistas, sino también a los científicos. Pero pocos imaginaron que aprender sobre el canto de las aves ayudaría a comprender mejor los mecanismos del aprendizaje en muchas otras especies, incluida la nuestra. Un ejemplo es la obra de nuestro compatriota Fernando Nottebohm , radicado hace décadas en los Estados Unidos, donde realizó notables investigaciones que impulsaron el estudio de la plasticidad del cerebro.
Por mucho tiempo se había pensado que el cerebro era incapaz de generar nuevas neuronas, que nacíamos con un número fijo de células nerviosas y que la única evolución posible era ir perdiendo ese noble material con el tiempo. Nadie creía que las neuronas que morían serían reemplazadas por otras nuevas. Se había convertido en un dogma científico que el cerebro humano era incapaz de regenerar sus neuronas. A lo sumo, era capaz de establecer nuevas conexiones o sinapsis (sinaptogénesis), pero siempre con viejas neuronas.
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Nottebohm fue uno de los primeros que se atrevieron a revisar esta suposición tan arraigada a partir de su estudio del canto de los canarios. Comprobó que el canario macho aprende nuevos cantos cada año y pierde los anteriores como pierde sus plumas. Investigando la zona del cerebro relacionada con la producción del canto a lo largo del año observó también que aumentaba de tamaño en la temporada de canto. Por otra parte, el canto está regulado por la hormona masculina; el macho castrado no canta, pero cuando se inyecta testosterona en canarios hembras, que normalmente no cantan, se produce un aumento significativo del tamaño de los núcleos dedicados al canto y la hembra comienza a cantar como un macho. Uno de sus artículos más famosos llevaba el título "Un cerebro para todas las estaciones", donde mostraba el efecto de estos cambios (Science, 1981; 214: 1368-137). Descubrió que se podían marcar las neuronas con una sustancia inyectable que detectaba si esas células se reproducían. Al cabo de un mes se sacrificaba al animal y se estudiaba su cerebro. Advirtió, así, que las aves producían miles de neuronas nuevas todos los días. A partir de este hallazgo el panorama de las neurociencias dio un gran cambio y muchos investigadores se dedicaron a estudiar la "neurogénesis" en cerebros de otros animales.
Nottebohm predijo que ese mecanismo de generación de neuronas podía existir en el hombre, pero muy pocos entonces le creyeron. Sin embargo, se comenzó a descubrir fenómenos similares en varias especies, incluidos los primates, aunque el cerebro humano seguía siendo una excepción.
En 1998 Peter Eriksson, Fred Gage y sus colegas descubrieron la división de células nerviosas en cerebros humanos adultos en el hipocampo, una zona clave para la consolidación de la memoria. Hoy pocos son los que niegan este hecho. Las consecuencias de estos descubrimientos sobre la capacidad de autorreparación del cerebro para el futuro de la medicina son enormes. Igualmente importante será su impacto en el estudio del aprendizaje humano y en la educación. Todavía no sabemos cómo y cuándo se producirá esta transferencia del laboratorio a la escuela, pero tampoco imaginábamos, hace apenas un par de décadas, que las computadoras iban a llegar al aula, como lo han hecho. .
aprenderhoy@lanacion.com.ar

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